Un grano de arena en una playa de Viña del Mar se ha gestado milenariamente.
Si hacemos un breve recorrido tendríamos que en la playa se mueve desde el fondo de la plataforma donde fue dejado por impulso de los estuarios cercanos; la corriente lo desplaza hacia el norte, lo acumula y lo acolmata en las riberas, dibujando la costa y definiendo con ellas las barras, playas y campos dunares. Mientras más fino es el grano, mayor tiempo de exposición a los procesos costeros.
Este grano llega al borde costero, trasportado por la estacionalidad de los cursos de agua; a través de quebradas gravitacionales, se traslada, se tracciona y fracciona, así va tomando la forma que le conocemos. La acción gravitacional de un territorio abrupto es básica para este movimiento, es un movimiento lento, del fondo del curso de agua, donde temporadas lluviosas producen avances y fragmentaciones más intensas y temporadas secas generan movimientos leves.
Las arenas de nuestras costas son mayormente cuarzos, que se obtienen de la descomposición del granito; el granito en su condición de roca original en la exposición permanente a la atmósfera se descompone, proceso conocido por “intemperismo”. Este proceso físico-químico oxida ciertos componentes del granito, el cuarzo no es sometido a este proceso químico, pero si físico-gravitacional, por lo que una vez que se separa de los demás componentes, comienza su lento peregrinaje por los fondos de quebradas y esteros hasta llegar al mar y allí acomodarse gracias a las corrientes marinas, y finalmente el viento que la eleva desde las playas depositándolas en las “dunas de Concón”.
Así, las arenas tienen un origen no en unos cientos de años sino de miles de años, de allí entonces que hoy las declaremos “escasas” en su generación y “vulnerables” en los lugares donde están depositadas.
Dependiendo la cantidad de tiempo transcurrido como movimiento serán gruesas, si las cuencas son reducidas, a muy finas, si las cuencas en su extensión tienen traslados más remotos. Y dependiendo del cuarzo predominante las playas, barras y dunas tomarán las tonalidades diferenciadas entre blancas y doradas, grises o negras.
Las arenas de la Bahía de Valparaíso, manifestadas en todo su perímetro y con síntesis en las dunas de Concón, son doradas y gruesas, aluden al cuarzo de la Cordillera de la Costa, cuencas breves con traslados menores. 7 kilómetros al norte, la costa toma colores grises, las playas de Concón Ritoque son de arenas finas y grises, el traslado desde los Andes genera una fragmentación mayor y su origen en la Andesita hacen del color y aspecto dos dunas muy diferentes, estando muy cercanas una de otra.
En cambio, el suelo de Las Salinas es suelo mineral, fundamentalmente arenas depositadas allí por la acción marina de hace miles de años, que dieron forma a una línea de costa y a los estuarios, barras y albuferas, tan característicos de todo el litoral central. El proyecto de saneamiento de las Salinas busca valorar este recurso y tratarlo para restaurarlo bajo principios de base natural, como lo es la bioremediación.
El origen gestado naturalmente no tiene el tiempo cronológico ni cultural de nuestra humanidad, tiene el tiempo de la tierra, tiene la historia de los tiempos largos. Por lo mismo, un adecuado conocimiento nos obligaría a comprender un mejor trato, una valorización de un recurso que en la anticipación se muestra escaso.
El video que aquí les presentamos se denomina “Guerra por la Arena” y fue realizado por el documentalista francés, Denis Delestrac. En él repara en las demandas contemporáneas de este recurso a nivel mundial, de una perspectiva abundante a una crisis del recurso y las estrategias para recurrir a ella por distintos medios y destinos, un reportaje que podríamos entender inoficioso si no tuviéramos la capacidad de anticipar el desarrollo acelerado de los procesos urbanos e infraestructurales, una lección que si la entendemos bien en el contexto en la que se trata, nos permitiría comenzar a valorar y discutir el cuidado y manejo de este recurso natural, en otro tiempo concebido como abundante y de libre disposición.